28 de enero de 2012

El árbol de la vida

Título original: The tree of life.
Director: Terrence Malick.
Fotografía: Emmanuel Lubezki.
Duración: 138 min.
Año: 2011

Una de las películas que más revuelo ha causado debido a las diversas y diferentes opiniones que se le hicieron.
En algunos cines de la ciudad madrileña llegaron a ofrecer a los espectadores la opción de cambiar la entrada por ver otra película si al comienzo no les gustaba.

Después de verla, por fin puedo hacer emitir un juicio desde mi propio punto de vista. Para empezar debo decir que esta película no la recomiendo a todas las personas que están acostumbradas al cine comercial (pelis de acción, comedias románticas, thrillers...) ya que les pasará lo mismo que a los que fueron a verla solo porque sale Brad Pitt. Sin embargo, si quieres ver algo nuevo, realmente bello y que no tenga que ver con lo convencional podrás disfrutar de la película de Malick.

Mi intención no va a ser explicar en esta entrada de qué va la historia que se cuenta o lo bien que interpretan sus personajes los actores que la protagonizan ya que me parece absurdo comentar sobre eso puesto que esta película destaca fundamentalmente por la calidad de las fotografías, la potencia de la banda sonora y los planos.

Por otro lado es necesario mencionar las continuas referencias religiosas que se introducen a lo largo de este despliegue de imágenes que te absorben, los intercalados fundidos a negro que se hacen de vez en cuando y que en cierto modo cortan el hilo narrativo y la gran variedad de paisajes.

Para mí esta película ha sido una creación muy valiosa que debería haberse merecido una mejor acogida por parte del público, aunque está claro que este tipo de films son realmente especiales y no gustan a todo el mundo.

Puntuación:





Tomás Ruiz

5 de enero de 2012

Un Dios salvaje





Adaptación de la obra teatral homónima de la autora francesa Yasmina Reza. Ha sido rodada en Europa, pero la historia se desarrolla en Nueva York. En la obra original, los protagonistas son dos matrimonios que se reúnen, en principio de manera civilizada, para hablar de la reciente pelea que han tenido sus hijos en un parque. Pero el encuentro se complicará hasta límites insospechados. (FILMAFFINITY)

Esta es una de mis últimas películas vistas en 2011 en un pequeño cine antiguo de Granada de la que disfrute bastante ya que está basado en una obra de teatro que no conocía y además me impresionó mucho lo bien que se puede hacer una película con solo un decorado y cuatro actores.

El tema que se plantea puede dar mucho que hablar, no es un tema nada nuevo sino que ya lo discutieron en su época los filósofos Rosseau y Hobbes. En este caso se nos dice que todos tenemos nuestra parte de Dios salvaje, un parte maléfica que llevamos dentro, pero que se oculta con los buenos modales que nos han enseñado, el civismo, etc. Roman Polanski nos muestra un visión cruel y dura donde los cuatro personajes que protagonizan la historia acaban perdiendo los nervios.

En cada personaje podemos observar distintos rasgos o defectos del ser humano que son muy válidos para criticar como por ejemplo, el exagerado civismo y la histeria del personaje de Joodie Foster, el egocentrismo, la incomunicación, el nihilismo...O bien para exaltarlos de alguna manera.
Sin embargo, esta obra cinematográfica nos hace sonreír en diversas ocasiones de lo que dura el film (1h20min) y consigue mantener un ritmo muy bueno que hace que pases un rato entretenido.

Puntuación




Tomás Ruiz

2 de enero de 2012

De mayor quiero ser periodista (III)

Cada día que pasa me doy cuenta de lo mal valoradas que están algunas profesiones, normalmente tenemos la mentalidad muy cerrada y caemos en topicazos que no nos sirven para nada. Un ejemplo claro es la percepción que tiene la mayoría de las personas sobre la profesión del periodismo como manipuladores de la información. Creo que se debería ser más considerado y prudente cuando se dicen este tipo de cosas que normalmente suelen afectar a los periodistas de verdad.

En este mundo hay de todo, nos podemos encontrar con buenos y malos ingenieros, médicos, periodistas, abogados...sin embargo, no es bueno caer en las generalizaciones sobre un colectivo muy grande. La profesión del periodista es tan digna y debería ser igual de reconocida que cualquier otra.

Bien se sabe que no toda persona que se ha formado en la universidad acaba haciendo un tipo de periodismo que es el ideal, algo serio que no busca los sensacionalismos y amarillismo. También existe toda una gran variedad de personas que no han estudiado como tal periodismo en la facultad y desarrollan su labor igual de bien que aquellos que han estado formándose 4 años o más.

De ninguna manera se debe menospreciar e infravalorar la función que cumple el periodista dentro de la sociedad de medios, por ello mi objetivo en esta entrada es conseguir que todas las generalizaciones posibles que podamos hacer se eviten y así mismo se tenga más en cuenta a los grandes profesionales de la comunicación.
 Tomás Ruiz